EL DOBLE COMO OBJETO DE DESEO EN DOBLAJE DE JULIO RAMÓN RIBEYRO


EL DOBLE COMO OBJETO DE DESEO EN DOBLAJE DE JULIO RAMÓN RIBEYRO
Heraldo Falconí
George Mason University
A Victorio

Julio Ramón Ribeyro es uno de los escritores latinoamericanos que, a pesar de su importancia gravitante en nuestras letras, no han concitado la atención global de otros, como Vargas Llosa, Fuentes, Cortázar o García Márquez, por mencionar unos cuantos, hasta la adjudicación del Premio Juan Rulfo en 1994. Ello se debe quizás a la naturaleza finisecular de sus técnicas narrativas, en tanto escritor de tendencias costumbristas, y a su poca predisposición por convertirse en persona pública. La temática evocativa que alude a un mundo irremediablemente ido, el que, en términos históricos corresponde a la ciudad preindustrial, socialmente reducida y agudamente estratificada contribuye, además, a esta percepción de escritor passé o démodé no perfectamente a tono con su tiempo. Se puede ver en Ribeyro al escritor comprometido con su oficio, pero todavía no profesionalizado en su ejercicio.

Dentro de la obra de Ribeyro llama la atención que sus personajes o héroes estén siempre marcados por el sino de la marginación y el desengaño; pareciera que la centralidad como forma de éxito social les estuviera siempre vedada. Esta perspectiva surge de la oposición de realidad y ficción, de un ser reflejado indefinida e indefectiblemente en un querer ser. La palabra del mudo, título genérico con el que Milla Batres publicó en sucesivos volúmenes los cuentos de Ribeyro cuenta la historia de personajes a quienes el derecho a la voz les ha sido negado. Uno de estos cuentos, doblaje, aparecía ya en las primeras antologías de Populibros tipificado parcamente por el propio autor como fantástico. Ahora bien, formalmente hablando y coincidiendo con el acertado juicio del autor, doblaje presenta rasgos que lo harían pertenecer perfectamente al género fantástico en la acepción usada por Tzvetan Todorov. Esto es, la existencia de un elemento extraño que obliga —tanto a personajes o héroes como al lector— a vacilar entre explicarse las cosas natural o sobrenaturalmente y la ausencia de una lectura o interpretación poética o alegórica (28-30). Sin detenernos en una discusión rigurosa (cfr. Marcone para una tipificación interesante aunque excesivamente influenciada por la teoría de los actos de habla) sobre si doblaje y otros cuentos como la insignia o Ridder y el pisapapeles pertenecen al ámbito del realismo mágico, lo real maravilloso o lo fantástico, nos proponemos analizar algunas de sus características que han escapado a la mayoría de estudios críticos.

Comencemos por traer a la memoria del lector una imagen somera del cuento. El protagonista de la historia es un inglés maravillado por el ocultismo y atormentado desde tiempo atrás con la certeza visceral de tener un doble en el otro extremo del mundo. De buenas a primeras, se ve atraído por un globo terráqueo en un escaparate del Soho y decide comprarlo; ávido e impaciente, llega a casa, lo explora minuciosamente y descubre que las antípodas de Londres quedan nada menos que en la ciudad australiana de Sidney. Como la cosa más natural, salen a relucir las excusas más oportunas, como una tía de Melbourne a quien no conocía y un interés repentino por las cabras australianas. Al poco tiempo decide viajar a Sidney en busca de su mítico doppelgänger. Ni bien llegar, se da cuenta de lo descabellado de su idea, mas eso no impide que deambule por la ciudad con ojo escrutador, tratando, sin mucha suerte, de adivinar o divisar un caminar señero o un gesto familiar. Posteriormente conoce a una joven llamada Winnie que trabajaba en un restorán de la ciudad y se enamora de ella. Decide extender un poco su estadía y alquila una casita en las afueras de la ciudad. La villa se encuentra infestada de lepidópteros y la casa misma guarda en sus paredes una cuidada colección de mariposas amarillas. Invita luego a Winnie a pasar un fin de semana con él. A pesar que la primera tarde transcurre sin novedad y con "habituales remansos de ternura", el protagonista comienza a sentir una creciente zozobra y, llegada la noche, decide hacer algo para confirmar sus sospechas: propone un paseo por el jardín recordando una vieja lámpara que había visto arrumada en el desván y ve a Winnie avanzar con paso seguro hacia la casa y regresar prontamente con la lámpara encendida. Había estado en lo cierto, Winnie se manejaba en la casa con una familiaridad y seguridad inusuales, como si ya hubiera estado en ella. Se obnubiló de celos y la increpó a que respondiera cuándo y con quién había estado en el lugar. Winnie se puso lívida y dejo la casa sin decir palabra. Avergonzado por haber sido tratado como un demente por Winnie, decide regresar a los pocos días a Londres. Llega a su cuarto de hotel y una rara sensación de incomodidad lo embarga. A los pocos momentos el botones se acerca a su habitación y le menciona que habían llamado del Mandrake Club para decir que había olvidado su paraguas el día anterior. Mecánicamente responde que quiere que se lo envíen para, seguidamente, darse cuenta del absurdo. Al posar la vista en los pinceles descubrió que estaban frescos. Embargado por los acontecimientos se acerca al caballete con una madona que había bosquejado antes de partir. Al desgarrar la funda se percata de que el lienzo estaba terminado con destreza magistral y el rostro era el de Winnie. Se dejo caer en su sillón y descubrió a una mariposa amarilla revoloteando cerca suyo.

Aunque convencionalmente se acepta que el tema de los doppelgänger pertenece, al menos en sus versiones más explotadas, a la literatura contemporánea cuando fue popularizado por escritores como Hoffman, Poe, Nabokov, Dostoevsky, Cortázar, Fuentes y otros, hay que coincidir con Borges (citado por Rodríguez Monegal, 186-187) cuando afirma que la literatura fantástica y sus temas, tales como la obra de arte dentro de sí misma, el viaje en el tiempo y el doble datan de tiempos inmemoriales porque "lo primero que encontramos en la historia de las literaturas son narraciones fantásticas". Esto no sólo se atestigua en manifestaciones duales del arte clásico como el coro y su función en el drama griego, sino que sus fuentes se pueden rastrear a las manifestaciones y teorizaciones en torno a la dualidad o equivalencia del ser humano y sus instituciones (cfr. Hastings para una visión exhaustiva de los antecedentes extraliterarios del doble). Es así que el concepto se puede ver como asentado en la visión platónica de que a entidades duales o múltiples de atributos comunes les corresponde un arquetipo ideal inmutable e incluso se puede observar lo arraigado de este concepto en sistemas legales normativos como el lex talionis o en la creencia judeocristiana del ángel de la guarda concebido como contraparte espiritual.

A primera vista parecería que doblaje presentara características ampliamente asociadas con la literatura de este tipo, es decir la disociación es objetiva y física, existe una perspectiva del yo protagónico (así traduce acertadamente Calaf de Agüera el Second Self introducido por Keppler) que se puede considerar performative y el sujeto aparece como alienado. Lo curioso —y esto está estrechamente relacionado con las características del típico personaje marginal de Ribeyro— es que el que aparece desplazado o alienado no es el yo protagónico, sino el doble. Como vemos en el cuento, mientras que el pintor inglés es tímido y dubitativo, el doble se maneja con tal seguridad que podemos presumir es capaz de hacer hasta mejores migas con los contertulios del protagonista en el Club Mandrake. Recordemos que a pesar de que los dos personajes no son dobles desdoblados diametralmente, sino dialécticamente el título del cuento enfatiza la acción de doblar; en este caso, un doblaje que no es multiplicativo sino que escinde al sujeto. Mediante la escisión como recurso fundamental para la disociación Ribeyro se distancia del único antecedente de su doblaje en la cuentística peruana de este siglo, Hebaristo el sauce que murió de amor de Abraham Valdelomar.

Ahora bien, de lo que se trata no es de adscribir a los personajes en cuestión a ninguna de las tipologías de los doppelgänger. Lo importante, más bien, es develar algunos de los procedimientos internos que Ribeyro utiliza para crear el mundo coherente de sus personajes. Desde el principio de la historia observamos que la verosimilitud interna o el "suspension of disbelief" de que hablara Coleridge se opera tomando partido entre el reino autoscópico de la psicopatología real humana y la frenología, cuando el narrador dice que "en aquella época (...) pasaba los días pintando y leyendo libros de ocultismo". De ahí que nuestra lectura sea mágica o fantástica más que patográfica. No es descabellado entonces tomar partido por una interpretación psicológica del fenómeno teniendo en mente las características del personaje de Ribeyro: un ser marginal cuya cosmovisión bien se puede entender en términos neofreudianos de carencia, deseo y desplazamiento metonímico. No sólo el inglés en cuestión sino un gran número de los personajes de Ribeyro tienen una personalidad fragmentada y experimentan cambios cada vez que asumen una imagen de sí mismos (cfr. Lacan, 11-18), lo que los aleja mucho de cualquier tipo de sujeto cuya construcción se derive del cogito autárquico y logocéntrico cartesiano. Como mencionábamos antes, lo primordial es el deseo —y el objeto del deseo— que nace de un ser reflejado constantemente en un querer ser.

Se puede afirmar que las posibilidades ofrecidas por un tratamiento narrativo doble son increíblemente ricas, en tanto nos permiten atisbar zonas desconocidas de nuestro yo, inconsciente o alma. Doblaje lo que hace es multiplicar las posibilidades del yo al permitir que el yo protagónico sea capaz de rozar, casi oler sus objetos de deseo o de identificación post-especular; esto en términos psicoanalíticos alude al estadio de desarrollo en que el infante se escinde a través del vacío dejado por la imagen especular estática y el cuestionamiento del sistema ordenado de entidades consideradas trascendentes e incuestionables. En el caso particular que nos compete la alienación y el desplazamiento espacial se verifican alegóricamente cuando un flemático inglés de costumbres apacibles viaja hasta el otro lado del mundo. De hecho nuestro protagonista está tan fuera de lugar que es el único personaje que no tiene o no conoce nombre. Ribeyro se toma la molestia de no dejar pasar la necesidad de identificación del sujeto, a través de su vicio más marcado, el de la iteración. En efecto, a pesar de ser un narrador sutil que hila muy fino (recordemos a la mariposa amarilla), no puede evitar un exabrupto que define al personaje en su búsqueda angustiosa cuando dice que "pensaba que la identidad de los rasgos debería corresponder a la identidad de temperamento y a la identidad de temperamento —¿por qué no?— identidad de destino". Destino circular por cierto. Para Ribeyro nuestra propia parábola, la del hombre, es una serie de repeticiones y posibilidades. Es así que para el inglés y para nosotros es posible caer de bruces en el sillón pensando en que otro, nuestro doble de cada día, tiene a Winnie en sus brazos o, desapercibidamente tomar otro camino del jardín de senderos que se bifurcan y ser nosotros los que poseamos nuestro objeto de deseo. Y es este rechazo constante de las construcciones y certidumbres categoriales (las que nos dan la seguridad de lo conocido) lo más digno de resaltar de Ribeyro dadas las características de los aparatos narrativos de que ha bebido.

REFERENCIAS:

Calaf de Agüera, Helen. El doble en el tiempo en `El otro` de Jorge Luis Borges. Explicación de textos literarios 6.2 (1978): 167-173.

Hastings, James. Encyclopaedia of Religion and Ethics. New York: Charles Scribner’s Sons, 1912.

Keppler, C.F. The Literature of the Second Self. Arizona: The University of Arizona Press, 1972.

Lacan, Jacques. Escritos I. México: Siglo XXI, 1971.

Marcone, Jorge. "Lo `real maravilloso` como categoría literaria." Lexis 12.1 (1988): 1-41.

Rank, Otto. The Double. Chapell Hill: University of North Carolina Press, 1971.

Ribeyro, Julio Ramón. La Palabra del Mudo. Lima: Milla Batres, 1972-1994.

Rodríguez Monegal, Emir. Borges: "Una Teoría de la Literatura Fantástica". Revista Iberoamericana 42 (1976): 177-189.

Todorov Tzvetan. Introducción a la literatura fantástica. México: Coyoacán: 1995.

Valdelomar, Abraham. Obras escogidas. Lima: Hora del Hombre, 1947.

Webber, Andrew. The Doppelgänger: Double Visions in German Literature. Nueva York: Oxford, 1996.

Hispanic Culture Review. Volume III, Number 2-3. Fall 1996-Spring 1997


1 comentario:

  1. BRUJERIA Y POLITICA = ¿Magia Negra? ¿o Justicia Oculta?
    Debemos hacer conocer esta NOTICIA a todo el MUNDO para que las cosas que la Justicia no resuelva, esas infamias encuentren el justo equilibrio en esta vida:

    LA CIUDAD DE SALTA, ARGENTINA, CONMOCIONADA POR LAS MALDICIONES DE UN CONCEJAL ESOTERICO:

    El ex edil Guillermo Capellán, siendo Presidente de la Comisión de Hacienda del Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta, quiso cobrarle los impuestos al hermano del Alcalde/Intendente Alejandro San Millán, Antonio San Millán.

    El Poder Sanmillanista contrató al Abogado Roberto Elio Gareca y este letrado a su vez contrató a un delincuente juvenil, Rodrigo Chavarría (taxi-boy menor de edad a quien Gareca conoció en el Parque San Martín de la Ciudad de Salta) y lo denunciaron por violación. Estuvo 101 días preso y desde la cárcel vaticinó que saldría el día de la Lealtad Peronista, horas más horas menos salió en la madrugada del 18 de Octubre de 2003. Al salir del presidio en Concejal dijo “Quienes participaron en el complot pagarán muy caro lo que me hicieron”:

    “Al Juez le pasará lo mismo a que a mí, se quedará sin cargo”. A los seis meses abogados de la Ciudad de Salta pidieron Juicio Político al Juez de la causa, Luis María Agüero Molina lo destituyeron por motivos relacionados al caso edil ocultista.

    “Rodrigo Chavarría, pupilo de Roberto Gareca, hizo una denuncia falsa siendo menor de edad y eso es delito, cuando sea mayor vivirá preso”.

    Chavarría siendo mayor cometió una estafa y fue condenado por un año, quedó en libertad condicional y a los tres meses cayó nuevamente en manos de la Justicia Federal por “Usurpación de Títulos y Honores y Estafa” y sigue preso.

    “Destruyeron mi vida, y ese tipo participó en el estrépito mediático es un empresario de medios y publicidad, yo lo escuchaba desde mi celda decir cosas espantosas… tendrá su merecido” El empresario al que se refería el Concejal Ocultista sería Julio Castillo a quien lo internaron en una clínica con un fuerte dolor de cabeza, se le declaró un tumor cerebral fulminante y murió en horas.

    “En el Diario El Tribuno se ensañaron conmigo y el Abogado Gareca publica todas las barbaridades que quiere porque su hermano es el Jefe de Redacción de Noticias Policiales en ese matutino… no importa, ya llegará el día…” Se refería al periodista Sergio Alberto Gareca a quien le descubrienron un cáncer galopante y murió en poco tiempo.

    La predicción o “maldición” pública más dura y contundente del Concejal Astrólogo y Esotérico es cuando vaticinó en la FM Pacífico 92.9 en el Programa del periodista Daniel Salmoral aseguró: “Los San Millán pagarán con lágrimas de sangre lo que me hicieron” Inexplicablemente, el hijo de Antonio San Millán de 16 años murió aplastado por una cortadora de cesped minitractor. La gigantesca empresa de materiales de construcción conocida como Corralón El Milagro” se fundió y dejó un tendal de empleados sin indemnizar.

    “Siguen haciendome daño por lo tanto siguen acumulando desgracias” En esta frase se refiere elipticamente al Empresario-locutor Martin Grande y al Abogado Roberto Elio Gareca sindicados como los principales responsable de la conspiración por cuanto el presunto violado y delincuente Rodrigo Chavarría los sindicó en su confesión como los autores ideológicos de la denuncia contra Guillermo Capellán. Con respecto a ellos el Esotérico Edil dijo: “tengo todo el tiempo del mundo para verlos caer, ellos son las frutillas del postre”

    Salta es la capital turística de todo el Norte de Argentina donde viven 600.000 habitantes y en todos los rincones de la Ciudad se comenta: “Las Maldiciones del Concejal Capellán se están cumpliendo”. ¡Esto es para pensar porque el edil lo dijo en los medios con mucha anticipación! Si quiere leer el artículo completo escriba en cualquier buscador: “Cadena Global+maldiciones del Concejal” y tendrá mas detalles sobre este tema. Porque la brujería parece que existe y este político es esotérico.

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